Para mantener el ritmo de la demanda global, la industria del petróleo y el gas se ve obligada a acumular reservas en lugares más profundos y más remotos. La extracción en entornos extremos es un gran desafío. Muchas reservas tradicionales se han agotado y las instalaciones de almacenamiento de petróleo y gas, ubicadas en lugares muy inaccesibles, son ahora objetivos habituales de la exploración. Presiones y temperaturas, que anteriormente se consideraban insostenibles, son ahora parámetros operativos habituales, lo que impone limitaciones significativas a los equipos y tecnologías existentes, por lo que la industria del petróleo y el gas se enfrenta a serios desafíos materiales.
La refinación de petróleo y gas implica, a menudo, el tratamiento de contaminantes, la descomposición de compuestos en elementos esenciales y el funcionamiento en una amplia gama de temperaturas, algunas de las cuales muy altas. La perforación, la producción, el procesamiento, el almacenamiento y el transporte de productos derivados del petróleo imponen requisitos estrictos a los materiales metálicos usados en la industria del petróleo y el gas. Algunos de estos requisitos incluyen el estrés estructural y/o térmico, la fatiga, la creación de grietas y la corrosión, que requieren una inspección y un mantenimiento constantes. Además, los proyectos en alta mar son sitios cruciales para la producción y el procesamiento de hidrocarburos en todo el mundo. Sin embargo, el entorno de agua salada impone altos niveles de seguridad y longevidad para las plataformas costeras. Las infraestructuras para aplicaciones en el mar suelen estar expuestas a importantes cantidades de sal en el aire y el agua. Además, las instalaciones en alta mar requieren que la tecnología de tratamiento submarino sea segura, eficaz y económica.
Por lo tanto, el acero inoxidable es una opción práctica e ideal para la industria del petróleo y el gas. Cuando se comprenden los factores tradicionales y los riesgos de corrosión, se puede considerar que el acero inoxidable ofrece la oportunidad de reducir el riesgo al tiempo que ofrece protección y rendimiento a largo plazo. Aunque el acero al carbono es adecuado para situaciones de baja temperatura, presión o corrosión, varias aleaciones de acero inoxidable proporcionan protección incluso contra los procesos de refinación de petróleo y gas más corrosivos. Además, las estructuras convencionales de acero al carbono suelen sufrir corrosión, lo que exige un mantenimiento y una conservación regulares.
La concienciación del coste de la corrosión y del impacto potencial y la seguridad de los dispositivos es una fuerza impulsora del uso del acero inoxidable. El acero inoxidable contiene una alta proporción de cromo, que protege la aleación contra la corrosión. Además, es una opción rentable y práctica para la industria y puede usarse para muchas piezas diferentes, como componentes estructurales, equipos de proceso, intercambiadores de calor, válvulas y líneas de flujo.
Por su resistencia a la corrosión, su fiabilidad y su capacidad para soportar presiones extremas, el acero inoxidable se ha convertido en el estándar de la industria como parte integral de los equipos críticos.
Sustancias como el petróleo y el gas imponen grandes exigencias al acero inoxidable. Por distintas razones, debe ser extremadamente fuerte y duradero. Otra razón es que las instalaciones en alta mar suelen estar asociadas a entornos de alta presión. El acero inoxidable ha demostrado ser especialmente eficaz en este sentido. Además, debido a la excelente combinación de propiedades mecánicas y resistencia a la corrosión bajo tensión, el dúplex es una buena opción para las aplicaciones marinas. Además, las tecnologías de energías renovables, como la solar, la geotérmica, la hidroeléctrica y la eólica, también usan componentes de acero inoxidable, ya que pueden soportar las cargas de un entorno de agua de mar altamente corrosivo.
Al mismo tiempo, el acero inoxidable está garantizado como material robusto para los procesos costeros pesados y proporciona una larga vida útil junto con una impresionante resistencia a las presiones extremas y a las altas temperaturas.
Böllinghaus Steel fabrica productos largos de acero inoxidable, tanto estándar como a medida, y ofrece aleaciones de níquel y titanio que pueden usarse como piezas y aplicaciones en la industria del petróleo y el gas. Tanto si necesita piezas en tierra como en el mar, es posible fabricar perfiles a medida según sus necesidades. Nuestros productos largos de acero inoxidable se adaptan perfectamente a los entornos que contienen cloruro y en los que el agrietamiento inducido es un desafío. En general, los productos largos de acero inoxidable proporcionan una combinación única de alta solidez y excelente resistencia a la corrosión, lo que resulta muy útil como componente y aplicación en la industria del petróleo y el gas.
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