Acero “ecológico”, con tecnología alemana, pero hecho en Suecia

2022-11-07 15:45:43 By : Ms. Polinna Cheung

Una flamante planta industrial con dos enormes torres rojas levantadas en mitad de un frondoso bosque nevado en Suecia, concretamente en el municipio de Boden, a 200 kilómetros de la frontera con Finlandia. Esa es la imagen de futuro a medio plazo en la que invierten ya en el sector industrial del metal.

Al menos así ocurre con la empresa sueca H2 Green Steel, fundada con la idea de producir acero a través de procesos prácticamente libres de fósiles, utilizando hidrógeno verde. No son pocos los inversores, implicados e interesados en dicho proyecto, cuya planta quiere abrir sus puertas en 2025.

De la organización tecnológica, combinando e interconectando aparatos y máquinas de las instalaciones de esa planta metalúrgica “ecológica” que ocupará 300 hectáreas es responsable la empresa alemana Grupo SMS, con sede en Düsseldorf (oeste alemán). Es una empresa con 150 años de historia, 14.500 empleados en todo el mundo y un volumen de negocio el año pasado de unos 2.600 millones de euros.

En sus instalaciones no ocultan entusiasmo por cumplir con su parte del trabajo en H2 Green Steel, iniciativa que definen en la firma de Düsseldorf como un “proyecto histórico” al servicio de la descarbonización.

“Metal neutro hecho con hidrógeno verde. ¿Un sueño futurista propio de un lejano futuro? No, es una realidad, una planta metalúrgica que ha de construirse en el norte de Suecia haciendo uso de la experiencia y el equipamiento del Grupo SMS”, así presentan en esa compañía alemana su participación en H2 Green Steel.

La descarbonización era y es una de las prioridades en Alemania del Gobierno del canciller Olaf Scholz. Él y sus socios en el Ejecutivo, ecologistas de Los Verdes y liberales del FDP, han fijado 2045 como fecha para “descarbonizar” el país. Scholz mantiene ese objetivo pese a que las decisiones del Ejecutivo alemán desde que comenzó la ilegal invasión de Rusia contra Ucrania han revitalizado, por el ejemplo, el uso del carbón como fuente de energía.

Independientemente de esas intenciones de Scholz y compañía, en el Grupo SMS la apuesta por el proyecto de Boden no puede estar más clara. En H2 Green Steel, “suministramos toda la tecnología para la producción y el procesamiento del acero” además de la “tecnología de fundición y laminación” junto a la de “producción de acero”, según ha explicado a las páginas económicas del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung el presidente del Grupo SMS, Burkhard Dahmen.

“En total, se trata de un volumen de más de mil millones de euros, el mayor pedido de la historia de nuestra empresa. Para nosotros, este es un proyecto absolutamente faro”, según los beneficios para su empresa de los que ha dado cuenta Dahmen, quien también coincide en señalar eso de que en Boden se está escribiendo “un capítulo de la historia industrial”.

La industria del metal se caracteriza por sus altas emisiones en dióxido de carbono, gas de efecto invernadero al que se responsabiliza del calentamiento global. Esas emisiones proceden de las energías que usa de forma intensiva este sector industrial. A saber, el carbón y el gas.

Se supone que en Boden, dónde a principios de este año se empezaron con las tareas para levantar la planta de H2 Green Steel, se van a generar 1.500 empleos una vez empiecen a trabajar sus hornos, que funcionan a base de hidrógeno verde. Dicen que allí se llegarán a producir en 2030 cinco millones de toneladas de “acero verde”, cuya producción reduce en un 95% de emisiones de dióxido de carbono respecto a los métodos tradicionales de fabricación de acero.

By 2030 we will produce 5 million tons of green steel in Boden every year. With an ambitious timeline and high standards for environmental and social safeguards both during construction and when up and running, our greenfield steel plant will be the first of its kind. pic.twitter.com/raayzyhGir

A diferencia de esos métodos tradicionales de la industria metalúrgica, en H2 Green Steel es el hidrógeno verde la principal fuente de energía. El gas surge del proceso de electrólisis del agua, un proceso que precisa de una energía que en Boden provendrá de una fuente de energía renovables: la energía hidroeléctrica.

“H2 Green Steel, puede confiar principalmente en las centrales hidroeléctricas del norte de Suecia, que son mucho más estables que la energía eólica o la fotovoltaica a la hora de suministrar la energía necesaria”, según las explicaciones que ha dado Burkhard Dahmen desde el Grupo SMS. La logística y planificación de la que es responsable esta firma alemana intervendrá en el proceso de producción de metal una vez la electrolisis del agua sea una realidad en Boden.

El proyecto de H2 Green Steel, el Grupo SMS y compañía se ha ganado ya los favores de grandes actores financieros europeos, como los bancos franceses BNP Parisbas y Société Générale, la entidad neerlandesa ING o la italiana Unicredit. El Banco Europeo de Inversiones – propiedad de los Estados miembros de la UE – y la Oficina Nacional de Deuda de Suecia también apoyan a la que quiere ser la primera empresa de la “metalurgia verde”.

Así, el pasado mes de octubre H2 Green Steel podía anunciar haber recibido apoyo de, entre otras, esas instituciones para financiar una deuda de 3.500 millones de euros. Con semejante apoyo, en H2 Green Steel, su CEO Henrik Henriksson, tiene motivos para hablar de la “comodidad” que sienten en su start-up.

Hasta cierto punto el proyecto de Boden parece vivir ajeno a la preocupación que genera la situación creada por la ilegal invasión de Rusia contra Ucrania. En grandes economías europeas que se han caracterizado por ser muy dependientes del gas ruso, como la de Alemania, la recesión está la vuelta de la esquina.

Para el Grupo SMS de Düsseldorf, H2 Green Steel puede suponer aire fresco en un entorno económico especialmente complicado. Con todo, al sector metalúrgico alemán, se le describe de un tiempo a esta parte en fase de “reestructuración” para ser menos contaminantes. Esto es algo de lo podría beneficiar al Grupo SMS.

Aún así, ver funcionar unas instalaciones como las que prometen en H2 Green Steel es algo que aún se hace esperar, ya sea en Alemania o en Suecia.