El propietario del abandonado California Theatre —uno de los mayores adefesios del centro de la ciudad— recurrió el miércoles a un equipo de seguridad privado armado para asegurar la propiedad tras años de quejas de la ciudad.
El equipo de seguridad, contratado por Caydon Property Group, entró en la decadente estructura de casi 100 años antes de las 6 a.m.
Las autoridades municipales dijeron que el edificio se había convertido en un campamento improvisado de indigentes con hasta 75 personas, pero el equipo, que llevaba varias armas que incluían pistolas y rifles de asalto, no encontró a nadie después de casi dos horas de búsqueda. La semana pasada, la ciudad colocó carteles alrededor de la propiedad diciendo que sería desalojada.
El promotor australiano Caydon recibió la primera orden de limpiar el lugar hace dos años. Es dueño del edificio de la calle C desde finales de 2019, cuando compró la propiedad por 21.1 millones de dólares. La empresa, sin embargo, tuvo dificultades financieras durante el verano y ahora es insolvente. Su administrador judicial está liquidando activos y la propiedad está a la venta.
Los representantes de la empresa no respondieron a las llamadas telefónicas ni a los correos electrónicos en los que se les preguntaba por qué el equipo de seguridad privada necesitaba armas de fuego o la naturaleza exacta de cómo planeaban asegurar el edificio. Se añadió una nueva puerta de acero cerca de la entrada en C Street y se pudo ver a trabajadores de la construcción a primera hora del miércoles en la parte trasera del edificio añadiendo nuevas puertas para sellar la propiedad.
Ocho agentes de la policía de San Diego estaban apostados en el exterior del edificio para ayudar en caso de que fuera necesario, así como trabajadores de la ciudad dedicados a la ayuda a los sin techo y miembros del Departamento de Bomberos y Rescate de la ciudad. La mayoría de los agentes se retiraron a las 7 a.m. después de que no se encontraran personas en el edificio.
El inmueble, formado por un teatro de 2200 localidades y un edificio de oficinas de nueve plantas, cerró en 1990. Desde entonces, varios intentos de rehacer el edificio se han retrasado o detenido en los tribunales. En la última década, el edificio se ha convertido en un refugio para la población sin hogar y en un punto delicado en los esfuerzos por revitalizar el centro de la ciudad.
“La ciudad ha intentado que el dueño del inmueble se ocupe de estas condiciones deplorables durante dos años, en los que el problema solo ha empeorado”, escribió Leslie Branscomb, portavoz de la Oficina del Fiscal de la Ciudad. “Esperamos que se limpie y se asegure esta propiedad problemática, y que se aborden finalmente las violaciones a la salud y la seguridad”.
El California Theatre tuvo una larga historia en el centro de la ciudad como gran palacio del cine y luego pasó a utilizarse para otras actividades, como actos de vodevil, películas de estreno y conciertos en directo. Desde 2006, los intentos de los promotores de demoler el edificio han sido detenidos por el grupo conservacionista Save Our Heritage Organisation (SOHO), que quería salvar el edificio de alguna manera.
SOHO llegó a un acuerdo con los propietarios en el verano de 2019 para derribar el edificio pero salvar más de su exterior y hacer un gran esfuerzo para reconstruir fielmente el edificio. Se planeó una torre de 474 pies con más de 500 condominios y habitaciones de hotel.
Pero desde que se concedieron las autorizaciones, el edificio ha permanecido abandonado. Caydon declaró al Australian Financial Review a principios de este verano que la pandemia, el aumento de los costos de construcción, los problemas de la cadena de suministro y las subidas de los tipos de interés eran la causa de sus problemas financieros.
En una declaración enviada a The San Diego Union-Tribune en agosto, una empresa de relaciones públicas que representa a Caydon dijo que la empresa estaba sufriendo un cambio de control.
“Los nuevos miembros de Caydon tienen la intención de trabajar de forma constructiva con todas las partes interesadas, incluida la ciudad de San Diego”, escribió el portavoz Nick Owens, “para poner en marcha un plan que mejore la seguridad y el servicio general de la propiedad a corto plazo”.
Hasta la semana pasada, dijo que no tenía ninguna actualización sobre las ofertas para la propiedad. Esta semana no ha respondido a las peticiones de comentarios sobre los próximos pasos a seguir para el edificio.
Gran parte del California Theatre está cubierto de grafitis y se encuentra en tal estado de deterioro que se han desprendido trozos de la estructura y pueden verse en la calle detrás de una valla metálica.
También ha atraído la atención de las redes sociales, con varios YouTubers entrando en el edificio y filmando. Hace nueve meses, el canal de YouTube Urban_indy subió un video de 25 minutos dentro de la estructura que mostraba viejos proyectores de cine, habitaciones abandonadas, vidrios rotos y grafitis. Los videógrafos llevaban equipo de protección, incluidas máscaras de gas.
La SOHO sigue queriendo que el lugar se salve de alguna manera. El martes publicó su “Lista de los 2022 edificios más amenazados”, que considera históricos pero que podrían ser destruidos. En ella se cita el California Theatre como el más necesitado de ser salvado y se anima a los responsables municipales a no demolerlo.
El futuro del California Theatre depende probablemente de quien lo compre, ya que la ciudad no ha hecho ningún plan concreto para condenar la estructura o demolerla. El plan de reurbanización de Caydon, aprobado por la SOHO, prevé un hotel boutique de 190 habitaciones, 336 unidades de venta, locales comerciales en la planta baja y plazas de estacionamiento subterráneo reservadas a los propietarios de condominios.
El comprador también deberá recrear tres de las fachadas del edificio, salvar parte de la ornamentación original y realizar una réplica del conocido diseño de la pared Caliente, que aún puede verse en la pared desde la calle C.
La periodista del U-T Jennifer Van Grove contribuyó a este artículo.
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