Su estructura de hormigón se levantará como un mecano y tendrá una minicentral de geotermia. La adjudicataria ultima la negociación con tres constructoras para iniciar la excavación en un mes. 

La adjudicataria de la residencia de 336 estudios para jóvenes del Actur, Aloha Pirineos, utilizará piezas prefabricadas para recortar los plazos de construcción y poder así abrirla a finales del próximo año, tal y como estaba previsto. Este equipamiento autonómico recibirá hoy finalmente la licencia de obras, lo que permitirá que las máquinas comiencen la excavación después del puente de la Constitución si no surgen nuevos contratiempos.

El proyecto ha tenido que adaptarse a los requerimientos municipales y renunciar a la apertura al público del espacio de ‘coworking’ para desbloquear su tramitación, que provocó el pasado verano un enfrentamiento institucional. Aloha Pirineos ultima la negociación con tres constructoras aragonesas y la elegida deberá afrontar la ejecución de su estructura como si se tratara de un mecano, según indicaron fuentes oficiales.

La losa de cimentación y el muro perimetral de hormigón de la planta sótano serán convencionales, pero el esqueleto se levantará con pilares prefabricados de hasta 18 metros para sustentar las cinco alturas del bloque, que ocupará el solar de la avenida de Pirineos, junto al puente de Santiago.

También serán prefabricadas las vigas y losas alveolares que servirán de base para cada una de las plantas, cuyas fachadas se cerrarán también con paneles del mismo material, pero dotados de aislamiento. "Es una arquitectura de junta seca, con las uniones atornilladas. La estructura se empezará a ver en febrero", explica Vicente Pérez, uno de los tres socios del despacho FAV Arquitectura que ha diseñado el complejo.

Esta solución permitirá reducir tres meses el plazo de construcción y se está analizando la posibilidad de encargar también los baños para que lleguen acabados y se coloquen en cada uno de los futuros estudios como si se tratase de un gran cajón con la ayudas de una grúa. De este modo se hicieron los aseos de las habitaciones del hotel Hiberus, en la Expo, y en el edificio Casanate que está terminando de construir Aedas Homes junto a la estación de Delicias.

Vicente Pérez indica que el edificio tendrá un consumo casi nulo y se autoabastecerá de energía gracias a una minicentral de geotermia alimentada desde el río Ebro y placas fotovoltaicas de apoyo en parte de la cubierta.

Los servicios comunes se mantendrán y se abrirán al vecindario, como son las cafetería-restaurante, el gimnasio y la tienda de alimentación. La excepción serán los dos espacios de trabajo, que suman 310 m2, exclusivos para los residentes ante las reticencias municipales.

Uno de sus grandes alicientes será la azotea, de 927 metros cuadrados, que funcionará como un ‘chill out’, dotado de servicio de restauración y a la que se accederá a través de un núcleo de comunicación independiente a la zona para los residentes.

El patio abierto que se generará por la forma de la residencia, que recuerda a una C, ocupará 2.600 metros cuadrados, tendrá una lámina de agua y zona verde.

Vicente Pérez señala que 10 de los 336 estudios serán adaptados para personas que tengan cualquier discapacidad. Como el resto, tendrán 16,5 m2 y estarán dotados de baño completo y una estancia con cama, armario, mesa y una cocina. "En cada planta habrá una lavandería y los residentes contarán dos salas polivalentes de 35 metros cuadrados, que podrán reservar por trabajo o para cenas", añadió.

La concesión de la residencia se alargará 75 años, lo que obligará a ajustarse a los cambios. Este es el caso de las cien plazas de aparcamiento. Quince de ellas van a estar ya electrificadas, pero se va a dejar todo listo para extenderlas al resto.

El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, subraya que este proyecto es "mucho más que un edificio de viviendas", ya que se trata de un modelo de vida diferente, "colectivo", con servicios abiertos al barrio. "Supondrá un beneficio vecinal y ayudará a rejuvenecerlo", aseveró.

La pretensión es replicar el mismo modelo con las 300 viviendas de alquiler asequible para jóvenes del Buen Pastor, tras las 500 que se van a acondicionar en los pabellones pendientes de reconversión en la Expo. "En el caso de las de Valdefierro, daremos un paso más, hacia un modelo de convivencia intergeneracional, al compartir espacio con la residencia y los pisos tutelados para mayores que impulsa Ciudadanía", dijo.

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