Mientras continúan los trabajos para reparar el puente número dos -Leonel Viera- de La Barra, la Intendencia de Maldonado (IDM) estudia la posibilidad de construir un puente provisorio para suplir al dañado durante el próximo verano. Entre las posibilidades se encuentran colocar un puente militar que tiene el Ejército, un puente de celosía (hierro) y uno de pontones (barcos).
“En este momento no solamente estamos mirando el tema de la mejora del puente sino que estamos en esos planes alternativos. Estamos viendo puentes militares que tiene el Ejército, comprados en una época que yo estuve en el ministerio”, dijo el ingeniero asesor de la IDM, Lucio Cáceres.
Según explicó Cáceres, actualmente intentan determinar “por un lado si podemos aguantar al puente, contrarrestar el efecto de su peso” e intentar “encontrar alguno de esos cables que se pueden haber soltado, que no estén rotos, para volver a estirarlos y reponerles las fuerzas”, agregó.
En ese caso, se podría contar con el puente “seguramente para un tránsito liviano” de cara a la próxima temporada de verano. El motivo por el que se habría dañado la estructura es el tránsito pesado que transporta materiales de construcción a la zona este del balneario, expresó el ingeniero.
El 22 de setiembre, las autoridades de Maldonado decretaron el cierre temporal del puente Leonel Viera por fallas estructurales. “No es muy grave pero presentó algunas afectaciones que queremos agarrar en tiempo y forma”, había dicho en su momento el director general de Obras y Talleres de la IDM, Darío Camacho. El intendente de Maldonado, Enrique Antía, manifestó en ese entonces que la prioridad era que el puente quedara operativo para el comienzo de la temporada.
Con el paso de los días, la situación fue empeorando hasta detectarse “peligro real para la estructura”, según expresó la IDM en un informe. En el documento la comuna transmitió que se encontraron cables de tensado “sin la tensión requerida o cortados en la zona de las juntas de la estructura de hormigón con las cabeceras de tierra”. De todas formas, aseguraron que era posible mantener la estructura en pie.
Esta situación llevó a tomar medidas como prohibir la navegación en la zona mientras los trabajos de reparación continúan en dos etapas: la primera basada en el “apuntalamiento de la zona inferior de la estructura mediante la colocación de dos vigas metálicas de gran dimensión para detener el movimiento descendente” y otra, luego de estabilizada la estructura, basada en estudiar “el procedimiento definitivo para la reparación”.
Sin embargo y debido a la crecida del arroyo Maldonado, el agua ya cubre parte de los trabajos realizados en las ataguías del puente, algo que compromete la estructura y el cumplimiento de los plazos previstos para concretar los arreglos.
La Red Unión de la Costa emitió un comunicado sobre la situación del puente y solicitó tener en “consideración” el impacto ambiental que puedan tener las obras. “Hasta ahora las diferentes declaraciones oficiales hablan de diciembre como plazo para terminar esta primera etapa de la obra, este plazo parece tener especialmente en cuenta consideraciones vinculadas al comienzo de la próxima temporada y no un plazo impuesto por aspectos técnicos de seguridad, que se desprendan de estudios y proyecciones de obra”, dice el comunicado.
En ese sentido, sostuvieron que la “necesidad y urgencia” de reparar el puente no puede ir en “detrimento” de la calidad ambiental e hicieron referencia a la Ley General de Protección del Ambiente, 17.283, que establece que “este tipo de intervención debería realizarse con estudios de impacto ambiental, ya que requiere tener consideraciones por los efectos negativos de la misma”. El intendente de Maldonado, por su parte, dijo el 7 de octubre que el Ministerio de Ambiente ya contaba con los oficios necesarios para poder habilitar el apuntalmiento de la vía.